sábado, abril 09, 2011

Agatha

Yo sueño, en cambio, en hacerte el amor apasionadamente.

Pero no solo eso.

Sueño con despertarme a tu lado.

Sueño contigo durmiendo entre mis brazos.

Te sueño dormida en un beso eterno.

Sueño con escuchar las palabras de tu boca.

Sueño con tu cabello en mi almohada.

Sueño con tus manos en mi pecho.

Sueño con tu piel en la mía.

Sueño que respiro tu aliento.

Sueño que tu fuerza me da vida.

Sueño que tu luz me calienta.

Sueño que tu presencia,
permanente y etérea,
velada y sentida,
me permite seguir viviendo cada día.

Sueño que nos encontramos en un abrazo,
en un beso,
en dos lenguas que se pelean y acarician,
en dos cuerpos que se compenetran y se funden.

Sueño que me nutro de ti,
que mi piel se alimenta de tu calor,
que mi cuerpo crece con tu sabia.

Sueño en tus aromas y tus sudores,
en tus calores y tus temblores.

Sueño que me quedo dormido respirando tu piel,
que tu olor, tu esencia, no me abandona en toda la noche....

Sueño que para acariciarte no necesito más que estirar mi mano.

Sueño que para sentirte no tengo que andar persiguiendo encuentros furtivos,
casuales, esquivos.

Sueño que la próxima vez que quieras escaparte
puedo detenerte con solo cerrar mis brazos.

Sueño que para detenerme no necesitas más que cerrar
el lazo cálido de tus piernas en mi espalda...

Sueño que estamos juntos.

Sueño que estás conmigo.